Cómo gestionar productos en frío

Los eslabones más críticos de la cadena de suministro, la carga y la descarga, el almacenaje, el transporte y la distribución, deberán alinearse a la perfección para garantizar la calidad de los productos perecederos y congelados

En la actualidad, los consumidores demandan todo tipo de alimentos en sus supermercados, productos que no son de temporada o que no provienen de la zona en la que residen. Esta variedad de alimentos que se encuentran en los comercios es posible gracias al transporte a temperatura controlada. 

Este tipo de transporte consiste en el traslado controlado de productos cuyo fin es garantizar una cadena de frío intacta a lo largo de todo su viaje. Cuando hablamos del transporte de alimentos, la temperatura nunca debe superar o descender los límites recomendados para cada tipo, puesto que de otra forma no se garantizaría la calidad, las propiedades y las características de dicho producto. 

Los productos que deben transportarse a temperatura controlada son aquellos que sufren un rápido deterioro y descomposición si no se conservan en las condiciones pertinentes. 

 
 

Alimentos que se ven afectados por la rotura de la cadena de frío

Los productos alimenticios más sensibles ante una posible rotura de la cadena de frío son, especialmente, dos: 

  • Alimentos perecederos: en esta tipología entrarían frutas, verduras y, además carnes y pescados.
  • Alimentos congelados: en este caso, se incluyen tanto los alimentos frescos como los precocinados que deben conservarse congelados durante su viaje. 

Además, existen dos familias de productos según el tipo de almacenamiento que necesitan para mantenerse en óptimas condiciones: 


  • Alimentos almacenados en refrigeración:

  1. Yogures
  2. Embutidos curados
  3. Embutidos cocidos
  4. Preparados cárnicos
  5. Fruta, Verdura
  6. Queso fresco y curado
  7. Mantequilla
  8. Tortillas
  9. Pescado
  10. Embutido curado y cocido
  11. Pescado ahumado
  12. Leche
  13. Carne

  • Alimentos almacenados en congelación: 

  1. Pescado
  2. Carne
  3. Comidas preparadas
 
 
 

Normativa sobre el transporte en frío 

En la península ibérica, al ser una zona cálida, la conservación y transporte de alimentos perecederos requiere de una mayor rigurosidad. La delicadeza de estos productos ha hecho que su manipulación se regule por una serie de normas, leyes y acuerdos a nivel internacional. 

El ATP es uno de varios requisitos que requiere el transporte a temperatura controlada. Otros de ellos, y que deben complementar al anterior son:

  • Disponer de termógrafo.
  • Sondas calibradas por medios homologados.
  • Tarjeta de transporte en vigor.
  • Registro Sanitario.

El ATP (Acuerdo Internacional de Transporte) determina que para cada producto se debe usar un transporte específico y adaptado a las necesidades de cada producto. Tanto la temperatura como la humedad deben controlarse ininterrumpidamente para preservar la salud del consumidor final y la seguridad del producto. 

Por ello, para lograr un transporte en frío perfecto, debemos escoger el medio de transporte más adecuado para el tipo de producto que vayamos a trasladar. Las cuatro clases de transporte terrestre que constan en el ATP son: 


  • Los vehículos refrigerados: Este medio tiene una fuente de frío que hace posible enfriar interiormente una caja vacía y mantener esta temperatura. Además, puede conservar el frío a temperaturas exteriores que ronden los 20 o 30 ºC como máximo.
  • Los vehículos isotérmicos: En este caso, las paredes, el techo, el suelo y las puertas del vehículo están recubiertas con un material aislante que logra evitar un intercambio de calor entre el exterior y el interior. 
  • Vehículos frigoríficos: Esta tipología se caracteriza por tener una fuente de frío que conserva el interior entre los 12 y -20 ºC, a una temperatura exterior de 30 ºC como máximo. 
  • Vehículos caloríficos o calorifugados: En este caso, el medio de transporte produce calor para mantener los productos a su temperatura idónea.
 
 

¿Qué fases son las más propensas a romper la cadena de frío?

A lo largo de toda la cadena de suministro logística, encontramos cuatro fases críticas en las que aumenta la probabilidad de romperse la cadena de frío y, por tanto, la calidad de los alimentos.  


  1. Carga y descarga

La etapa en la que se lleva a cabo la carga y descarga de los productos alimentarios y farmacéuticos debe llevarse a cabo con la máxima rapidez posible. De esta forma, se puede evitar una exposición prolongada del producto a temperaturas ambiente o a temperaturas fuera del intervalo recomendado. 

  1. Almacenaje 

Controlar de forma constante la temperatura en el área de almacenaje es esencial para actuar rápidamente frente a cualquier imprevisto que pueda romper la cadena de frío. El uso de cámaras frigoríficas de primer nivel ubicadas en las centrales logísticas, es una de las mejores maneras de garantizar la temperatura perfecta en la etapa de almacenaje. 

  1. Transporte

El transporte de mercancía en frío, ya sea a través de la tipología grupaje, carga completa o fraccionada, debe ser controlada constantemente para asegurar su estabilidad. En esta fase, monitorizar y controlar los vehículos vía GPS puede ser de utilidad para atisbar cualquier alteración que ponga en peligro la cadena de frío. 


  1. Distribución y venta

Este, el último eslabón de la cadena, es esencial para que llegue en perfectas condiciones al consumidor. Para no fallar en esta etapa, no basta siempre con mantener el producto en un arcón refrigerado, sino también comprobar que haya una apropiada ventilación y que la disposición de los elementos circundantes sea la correcta. 


En definitiva, transportar y almacenar productos a temperatura controlada es posible, siempre y cuando sea controlada por expertos en este tipo de logística tan peculiar. Todos los eslabones de la cadena de suministro deberán estar alineados a la perfección para asegurar la calidad y conservación de los alimentos. 

Gracias a la basta experiencia de Soapa Europa en el transporte a temperatura controlada, hacemos llegar las mercancías en el tiempo y condiciones perfectas. A través del cumplimiento de las normativas más exigentes, como la certificación IFS Logistic, logramos la satisfacción de cada uno de nuestros clientes. 


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